AZRAEL, El Arcángel De La Muerte (Angeología)

 

AZRAEL, EL ARCÁNGEL DE LA MUERTE

La angelología es un estudio derivado de la teología, en la cual se abordan las características, los oficios, entre otros aspectos de los ángeles, conocidos como los Arcángeles de Dios. Un Arcángel es un ser celestial vinculado a Dios con una categoría superior al de los ángeles, siendo uno de ellos el Arcángel Azrael.

En el siguiente artículo estudiaremos a profundidad cada detalle sobre este ARCANGEL con gran popularidad a lo largo de la historia. Continuemos…

 

¿QUIÉN ES AZRAEL?

Azrael (עֲזַרְאֵל, en árabe عزرائيل) es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte entre los judíos y musulmanes. También es llamado Abu Yaria (أبو جارية) por algunos musulmanes y Mordad (مورداد) entre los persas. Su nombre deriva del árabe Izrail (que significa "Aquel a quien Dios ayuda") Tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas. Diversos han sido los nombres con los cuales se ha visto asociado este arcángel: Ashriel, Azaril, Azriel, Izrail, y Ashrail, entre otros.

 

HISTORIA DEL ARCANGEL AZRAEL

Esta conocida historia tiene su origen en la tradición islámica aunque posteriormente fue recibiendo elementos de otras tradiciones, llegando finalmente a ser una expresión del sincretismo propio del esoterismo contemporáneo. La historia es como sigue:

Poco tiempo después de su creación, a Azrael le fue asignado el estudio de algo que hasta el momento no se comprendía muy bien en el Cielo: la disposición de las almas humanas tras la muerte.

En efecto, se conocía que algunas almas habían llegado al Cielo (temporal en esta teoría de reencarnación) como consecuencia de méritos adquiridos en la mecánica de la reencarnación y el olvido (al volver a nacer), pero no se sabía a dónde iban las otras almas y qué pasaba exactamente con las almas tras la muerte. Fue ante esa situación que Azrael se ofreció a rastrear las almas de los humanos, algo que hasta ese momento ningún ángel había hecho bien, siendo él el primero en conseguirlo.

Sin embargo lo que halló fue indignante: muchos humanos, particularmente los de peor naturaleza, estaban siendo torturados en el llamado “reino inferior”. Y es que, en sus inicios, tal reino era un lugar de oscuridad, aislamiento, soledad, vacío y ausencia de Dios, pero no era un lugar de torturas, y los demonios lo habían convertido, sin autorización de Dios, en un espacio de suplicio y perversa mortificación. Ya no era más el Sheol: era el Infierno.

Cuando Azrael dio las noticias en el Cielo, la indignación general se encendió, pues, además de infligir torturas, los demonios a veces ozaban destruir a ciertas almas, tomándose así una potestad que ni él mismo Dios había ejercido pese a ser el único con derecho moral para hacerlo. Pero también, según informó Azrael, los demonios estaban reteniendo almas que no habían cometido faltas suficientes para ser llevadas al “reino inferior”; y, finalmente, aquellos crueles ángeles caídos procuraban retener eternamente a las almas que no destruían, cometiendo con ello la injusticia de pretender dar un castigo eterno e infinito a quienes tenían una culpa finita.

Como contramedida a tanta injusticia y compensación a su labor, Azrael ascendió al rango de Arcángel, comprometiéndose en dicho ascenso con la labor de asegurarse de que ninguna alma se dirigiera equivocadamente a un lugar que no fuera el Cielo. Él y su hueste de ángeles seguidores ayudarían a los espíritus de los muertos a librarse de sus cadenas, rescatarían almas salvables de los dominios de Satán, e impedirían a los ángeles caídos tomar cualquier alma que no les perteneciese.

Fue así que el Arcángel de la Muerte y sus ángeles comenzaron sus misiones de reconocimiento en busca de almas por salvar en el Infierno. Pero ayudar a los muertos no era suficiente, por lo que Azrael les dijo a sus ángeles que debían ayudar a los humanos vivos a prepararse para la muerte, a comprenderla, aceptarla y no temerla si sus actos eran buenos.

Pasado el tiempo, entre los seres de luz llegó a pensarse que Azrael y su coro rechazaban hasta cierto punto el Cielo. Finalmente Azrael expresó su decisión de autoexiliarse junto a su coro, no porque él y sus ángeles no amaran la compañía celestial, sino porque su compasión por los humanos era tan grande que preferían servir a Dios en la oscuridad con tal de evitar que las almas sufriesen un destino injusto al morir. Se convirtieron entonces en abnegados ángeles, en seres que iluminaban los lúgubres territorios de la muerte con la blancura impoluta de su ardiente bondad.

Las siguientes serían sus misiones principales:

  • Buscar y separar fantasmas y demonios de sus lazos corpóreos y etéricos
  • Cazar y destruir a las almas que no tienen salvación y pertenecen a los demonios
  • Guiar a su destino a los humanos que mueren, contribuyendo a que se les dé una segunda oportunidad (en la rueda de reencarnaciones) si es preciso
  • Luchar contra los demonios que promueven la muerte
  • Rescatar almas salvables del infierno Fue el primer ángel encargado de saber qué ocurría con las almas que no acababan de manera natural en el cielo.

Según el punto de vista y preceptos de las religiones en donde aparece, puede ser mostrado residiendo en el Tercer Cielo.

 

¿CUÁL ES LA FUNCIÓN Y MISIÓN DEL ARCÁNGEL AZRAEL?

Azrael tiene el título del Ángel de la Transición porque ayuda al ser humano en el difícil tránsito de la muerte. Este papel puede ser abordado desde distintas ópticas, pasando por la clásica visión en que Azrael separa el alma del cuerpo y acompaña al alma a su destino, hasta aquella perspectiva algo heterodoxa de la reencarnación entendida de una forma más perteneciente al esoterismo que a la religión, perspectiva en la cual Azrael es el guía espiritual del alma en el momento de pasar de una vida a la otra, tanto en el caso en que esa alma tiene que pasar (antes de encarnar) por diversos planos sutiles o lugares de estancia, como en el caso (enmarcado en otras teorías) en que esa alma tiene que asumir un cielo o infierno temporal y transitorio entre una y otra existencia.

Es en esa función de Ángel de la Transición donde Azrael se encarga de dar paz al alma de quien va a morir, no solo en el momento de la muerte y en los instantes previos, sino en la difícil crisis que constituye el préambulo de angustia y agonía propio de aquellos casos en que el individuo sabe que la muerte está próxima, tal como el caso del enfermo terminal (de SIDA, cáncer, etc.) o, por poner un ejemplo extremo, el caso de alguien que va a morir ejecutado o torturado. Y es que, y esto hay que señalarlo, Azrael no requiere que su ayuda sea solicitada para ayudar. Él simplemente está allí, incluso para muchos de los que no creen en su existencia.

Mas él no se limita a ayudar al sujeto que va a morir: también ayuda a quienes sufren la agonía y la muerte de quien pasará al otro mundo. Es así que él derrama su “energía sanadora y luz divina”, otorgando consuelo, serenidad, aceptación y, sobre todo, una comprensión sabia y profunda de la muerte, no ya como el inquietante paso del ser a la nada, sino como el tránsito en que el sujeto abandona sus elementos transitorios y perecederos, triunfando sobre el vacío de la disolución en virtud de aquello que hay de eterno en él.

Lo visto remite a la función de Azrael en torno a la muerte y su preámbulo, pero él, sobre todo para quienes piden su ayuda directamente o simplemente solicitan a Dios o a los seres de luz ayudas vinculadas a su función, puede ofrecer sus servicios. Tal es el caso de las personas que atraviesan crisis existenciales vinculadas a la comprensión de la muerte. Individuos que se preguntan cuál es la naturaleza de la muerte, que guardan un profundo miedo hacia ésta, o que se dejan hundir en la depresión pensando en que todo acabará con la muerte, en que sobrevivirán pero perderán su esencia, en que sus almas tendrán un destino desconocido pero ciertamente angustiante, o en que no tienen salvación y estarán condenados al suplicio eterno una vez dejado este mundo. En esos y otros casos Azrael puede inspirar en el sujeto en crisis la idea o las ideas pertinentes para una comprensión adecuada de la muerte, como también puede insuflar una profunda confianza en que el Creador no abandona a sus hijos en las crueles y mecánicas redes de la causalidad aparente, o bien un intenso sentimiento de esperanza de salvación que permita, en quienes están estancados en la culpa, salir del remordimiento e iniciar el camino de la reformación.

Lo anterior muestra que el papel de Arcángel de la Transición es algo más amplio de lo que podría parecer, y esa amplitud abarca todavía otros aspectos. Así, toda crisis existencial puede, en tanto concebida como transición, ser potencial espacio para la ayuda de Azrael, pudiendo este arcángel colaborar en la liberación del dolor, de la ira acumulada, del sentimiento de soledad y de confusión, etc.

Según cierta concepción de la tradición ocultista, Azrael es un ángel de los Registros Akásicos, siendo estos unos registros etéricos (el éter es un fluido intangible que penetra todo en el universo) de todo lo que ha sucedido desde el inicio de los tiempos y por tanto de los karmas buenos y malos de cada individuo.

Otro planteamiento ocultista dice que Azrael es el Ángel del Espíritu, título éste que denota la capacidad de Azrael para ubicar nuestros cuerpos sutiles (el etérico, el astral, el causal, etc.) y el estado en que estos se encuentran, independientemente de la dimensión en que se encuentren.

Finalmente y debido al vínculo intrínseco entre la actividad mediúmnica y el mundo de los espíritus desencarnados, algunos han dicho que Azrael suele ofrecer consejo y asistencia a los médiums que trabajan de manera seria y correcta, sobre todo si tienen el firme propósito de ayudar a las almas en pena que padecen sufrimiento y confusión en el más allá.

 

ASPECTO DEL ARCÁNGEL AZRAEL

En cuanto a su aspecto, su apariencia aterradora se le ha atribuido a la de un demonio, por lo general Azrael es representado con una espada o una guadaña en virtud de su asociación con la clásica personificación de la muerte en forma de esqueleto vestido de negro. La vestimenta de Azrael suele ser una larga sotana o túnica negra con una capucha, lo cual no es fortuito pues el negro ha sido el color arquetípico de la muerte en distintos tiempos y culturas, tanto de Occidente como de Oriente.

Existe sin embargo una representación mucho más impactante del Arcángel Azrael. A saber, en el Islam se lo describe como un ángel de setenta mil pies y cuatro mil alas, con un cuerpo cubierto de tantos ojos y lenguas como personas hay sobre la Tierra. Claramente se ve que la representación es simbólica, estando ligada al papel que se le da de ser quien escribe los nombres de las personas en el Libro de la Muerte.

Como es el encargado de trasladar las almas de los muertos hacia su lugar, el Arcángel Azrael aparece envuelto en un ambiente sobrio con sus alas extendidas y portando una espada cuya arma está encargada de combatir las sombras y los demonios o ángeles caídos que intentan dañar a los seres humanos.

La Espada de Azrael, también conocida como La Espada Flamígera, es un arma divina extraordinariamente poderosa. Ya que Dios dividió una espada en tres partes durante la rebelión de Lucifer. La Espada Flamígera es el arma más poderosa del universo. Una de estas piezas se conoce como la Espada de Azrael o la Espada de la Muerte.

 

Yo soy Azrael, el Ángel de la Muerte… Yo no soy hermoso de la manera que lo es Miguel, ni tengo una corona de luz. Mis alas no son tan ligeras como el aire, ni son translúcidas como las de Rafael. Yo soy el ángel más oscuro. Yo eclipso todo aquello que sea luz. Mis ojos son un mar negro profundo chispeado de vez en cuando como una amatista, ¿todavía hay alguno que puede mirarme? … Mi capa es tan negra como el cielo nocturno sin estrellas. El contorno de mi forma es como un gigante, alas del cuervo con las que, cuando las despliego, hago desmayar a otros ángeles. … Cuando mis alas se extienden totalmente, toda la luz se extingue excepto para la corona pálida azul que es mi vida y sirve para idear mi forma contra las sombras. Yo soy el eclipse de toda la vida… ¡Yo soy el que la mayoría temió entre todas las eras, todavía no el más temeroso! … Yo soy el proveedor y recolector de almas, recogiendo mi cosecha a lo largo del universo y sembrando las semillas de cada uno que se marchitó como una flor hacia otras tierras. Yo soy el Otoño de la Creación, y el Crepúsculo del Tiempo. Yo uno dos extremos en el desempeño de mi propósito, haciendo que cada espíritu llegue al extremo correcto, y que aquéllos que están perdidos entre los mundos, encuentren la manera de reunirse con sus familiares.

El libro de Azrael, grimorio medieval.

 

AZRAEL EN DISTINTAS TRADICIONES RELIGIOSAS

El demonio de la Muerte aparece en muchas religiones pero bajo otros nombres diferentes.

 

CRISTIANISMO

No hay referencia a Azrael en la biblia católica y no se le considera una figura canónica en la cristiandad. Sin embargo, hay una historia considerada apócrifa en 2 Esdras. 2 Esdras cuenta la historia de un escriba y juez llamado Ezra, a veces escrito "Azra" en distintos idiomas. Azra fue visitado por el arcángel Uriel quien le dio una lista de leyes y castigos a los que adherirse y que aplicar como juez. Azra vuelve aparecer en los textos apócrifos entrando al Cielo "sin probar la marca de la muerte". Según varios opiniones religiosas, puede interpretarse como Ezra ascendiendo a la posición angelical. Esto añadiría el sufijo "el" a su nombre, que denota a los seres divinos (p.ej: Miguel, Rafael, Uriel). Por lo tanto, sería Ezrael/Azrael. Esto le convertiría en el ángel castigador, según la opinión del personaje de Jean Paul Valley (También llamado Azrael). Los libros posteriores también afirman que un escriba llamado Salathiel dijo "Yo, Salathiel, quien también es Ezra". De nuevo, según las distintas opiniones de la espiritualidad cristiana, puede verse como una influencia angelical de Ezrael/Azrael en Salathiel, aunque este punto de vista de la espiritualidad no está confirmado ni denegado por la iglesia católica.

 

JUDAISMO

En el misticismo judío, se le refiere como Azriel en vez de Azrael. El Zohar, el libro sagrado de la tradición mística judía de la Cábala, muestra una imagen positiva. EL Zohar dice que Azriel recibe los rezos de los fieles cuando llegan al cielo y también lidera legiones de ángeles celestiales. Según esto, Azriel se asociaba con el Sur y es considerado un comandante de alto rango entre los ángeles de Dios.

 

ISLAM

En algunas culturas y sectas, Azrael es el nombre del Ángel de la Muerte. Junto con Jibrīl, Mīkhā'īl, Isrāfīl y otros ángeles, los musulmanes creen que el ángel de la muerte es uno de los arcángeles. El Corán afirma que el ángel de la muerte toma el alma de todas las personas y se las devuelve a Dios. Sin embargo, también aclara que solo Dios sabe cuándo y dónde morirá cada persona. Varias tradiciones musulmanas narran encuentros entre el Ángel de la Muerte y los profetas, siendo la más famosa la conversación entre el Ángel de la Muerte y Moisés. Según la creencia musulmana, vigila a los moribundos, separando el alma del cuerpo y recibiendo los espíritus de los muertos. Más que representar la muerte personificada, se le describe como un subordinado de la voluntad de Dios "con la más profunda reverencia". Sin embargo, no hay ninguna referencia en el COrán o enseñanzas islámicas que nombre al Ángel de la Muerte como Azrael.

 

SIJISMO

En las escrituras Sij redactadas por Gurú Nanak, Dios (Waheguru) envía a Azrael contra los infieles y a los no arrepentidos por sus pecados. Azrael aparece en la Tierra en su forma humana y golpea a los pecadores en la cabeza con su guadaña para matarlos y extraer sus almas. Entonces lleva sus almas a Sheol y se asegura que son castigados según Waheguru determine. Esto le representaría más como un ángel vengador o un ángel de la retribución, más que solo un ángel de la muerte. Se desconoce de qué historia proviene esta visión.

En la época de los gurús sij muchas religiones indias se enfrentaban entre sí, principalmente el hinduismo y el islam. El sijismo jugó un papel importante en unificar todas las religiones restaurando la fe en un dios todopoderoso y ayudando a eliminar las diferencias. Desde entonces se encuentran menciones al ángel de la muerte tanto en la fe hindú como islámica, donde muchas veces el ángel de la muerte se había llamado Jamdoot o simplemente Jamm. Esto apoyaba la idea de que tanto los gurús sij como el gurú Granth Sahib apoyaban la idea de que cada alma sería juzgada individualmente tras su muerte en el tribunal de Dios.[9] El famoso y respetado santo Sij Bhai Randhir Singh dio una profunda y vívida descripción de la otra vida en su obra Unditthi Duniya, que significa "Un mundo místico invisible" usando sus propias experiencias espirituales y citando referencias del gurú Granth Sahib.

 

AZRAEL EN EL VALLE DE LOS CAÍDOS

 Dentro del Valle de los Caídos hay presencia de un altar que se compone de una pieza de granito pulimentado, dentro del cual se encuentran encuadrados cuatro arcángeles elaborados con bronce. Con respecto al tema de los arcángeles, se encuentran presentes, San Rafael del lado izquierdo con su bastón y el pez que hacen referencia a las sendas de la vida, San Miguel enfrente de San Rafael con su espada que representa el momento en el que se venció a Satanás; en representación del anuncio realizado a la Virgen María se encuentra el arcángel Gabriel y de la misma forma en la que se señala la vida se simboliza a la muerte con la presencia del arcángel Azrael. Muchos tienen la creencia de que tiene un significado satánico pero no es así puesto que este es la guía de los muertos hacia el amor de Dios.

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